Como un campista apasionado, siempre he creído que acampar es una de las mejores maneras de conectar con la familia. El fin de semana pasado, mi esposa Emma, nuestro hijo Leo de cinco años y yo cargamos nuestra camioneta y nos dirigimos a un claro en el bosque a las afueras del pueblo, con nuestra nueva tienda de campaña para la puerta trasera de la camioneta . Esta pequeña escapada fue acogedora, sencilla y llena de pequeñas alegrías, y esa tienda resultó ser nuestra favorita. Les contaré cómo hizo que nuestro viaje fuera especial.

Cinco minutos de instalación, horas de tranquilidad
Llegamos al claro el sábado por la mañana, con el sol apenas asomando entre los árboles. Leo ya salía del coche dando saltitos, gritando sobre construir un "fuerte". Montar la tienda de campaña en la puerta trasera fue facilísimo: abrí la bolsa, enganché las correas a la parte trasera de la camioneta y apoyé algunos postes. Cinco minutos después, estaba lista. Emma, que se había ofrecido a ayudar, se quedó allí riendo, diciendo que no le había dejado nada que hacer.
Una vez armada, la tienda se conectó directamente a la escotilla abierta del coche, creando un espacio amplio y abierto. Leo corrió adentro y gritó: "¡Papá, esto es más grande que mi habitación!". Y no se equivocaba: es lo suficientemente espacioso como para estar de pie y caber nuestras tres sillas de camping sin sentirnos apretados.
Leo asomándose desde la tienda justo después de instalarla
A prueba de insectos y lluvia, para dormir profundamente
Al anochecer, el cielo se nubló y se levantó una brisa húmeda. Me pregunté si llovería; a Leo no le gustan las tormentas. Por suerte, la tela impermeable de la tienda, como prometía la página del producto, resistió de maravilla. Cuando empezó una llovizna ligera por la noche, la lluvia simplemente cesó y nos mantuvimos secos dentro.
La mosquitera también fue un salvavidas. Emma suele llevar repelente de insectos para los viajes de verano, pero esta vez no lo necesitó. La fina malla mantuvo a raya a todos los mosquitos y jejenes. Pasó la noche recostada en los asientos del coche, mirando el móvil, e incluso dijo: «Esto se siente más acogedor que en casa». Leo, acurrucado en su saco de dormir con la cabeza en mi regazo, durmió toda la noche sin ningún zumbido que lo molestara.
Combo de coche y tienda de campaña, ambiente hogareño
El domingo por la mañana, preparé café en el coche; la conexión perfecta de la tienda de campaña a la escotilla facilitó mucho sacar cosas del maletero. Emma extendió una manta dentro de la tienda y preparó fruta y galletas, y nos sentamos todos juntos a desayunar. Leo metió sus coches de juguete, jugando al "estacionamiento" y dándonos órdenes: "¡Mamá, tu coche va aquí!".
Abrí las cremalleras laterales para que entrara el aire, y el aroma a pino y rocío matutino llenó el espacio. Emma se apoyó en mí y dijo: «Esto parece un porche en medio del bosque». Exactamente: la tienda combina la comodidad del coche con la libertad del aire libre.

Desayuno por la mañana en la tienda, con vegetación alrededor.
Un pequeño momento familiar
Esa tarde, con el sol de nuevo, jugamos al UNO dentro de la carpa. Leo no paraba de echar un vistazo a mis cartas, riéndose cuando lo pillaba y lanzándose a por ellas. Emma aprovechó el caos para ganar una ronda, sonriendo con suficiencia mientras declaraba: "¡Esta noche mando yo, ramen para cenar!". El espacio de la carpa nos daba espacio de sobra para estas peleas tontas, sin chocar los codos.
Cuando llegó el momento de empacar, Leo se aferró a mi mano, rogando: "¿Podemos volver pronto a nuestra cochera, papá?". Le revolví el pelo y le dije: "Claro que sí".

Reflexiones posteriores al campamento
Esta tienda de campaña para la puerta trasera fue una revolución para nosotros. Se monta y desmonta rápidamente, protege de la lluvia y los insectos, y ofrece suficiente espacio para que una familia se disperse. Si tuviera que ser quisquillosa, diría que llevaran una colchoneta para mayor comodidad; sentarse en el suelo desnudo refresca después de un rato. Pero, sinceramente, con todas las risas y juegos que hicimos, casi no me di cuenta.
La próxima vez, creo que iremos a un lago y probaremos a pescar desde la puerta de la tienda. ¿Y tú, tienes planes para acampar el fin de semana? ¡Comparte tus experiencias en los comentarios!
Aquí tenemos más recuerdos en la tienda la próxima vez.